El pterigion o más conocido como carnosidad, es un problema ocular muy común, sobre todo en zonas en las que se está expuesto a altas radiaciones solares como zonas costeras o de alta montaña.
Este problema se manifiesta como una carnosidad que comienza en la parte blanca del ojo y puede extenderse hasta llegar a la córnea llegando incluso a cubrir la zona de visión.
Los principales problemas que puede ocasionar el pterigion en los pacientes son:
Ojo rojo
Resequedad ocular
Irritación
Astigmatismo ( ya que puede modificar la estructura de la córnea)
Pérdida parcial o total de la visión en fases muy avanzadas en las que cubre la pupila.
Existen distintos factores que contribuyen a la aparición del pterigión de los cuales los más comunes son:
Alta exposición a la radiación solar
Ambientes muy cálidos o zonas de mucho polvo y contaminación
Raza hispana
Factores genéticos
"Una de las mejores maneras de prevenir la aparición de estas carnosidades es usando lentes solares que nos protejan de la radiación Ultravioleta (rayos UV)"
En fases tempranas en las que no existe una inflamación y el pterigión no es doloroso se pueden paliar las molestias con gotas lubricantes y usando unos lentes adecuados que protejan de los rayos UV para evitar que no siga avanzando.
En fases en las que se encuentre más desarrollado se pueden usar antiinflamatorios para reducir las molestias.
En caso más graves en los que la carnosidad está muy inflamada, es dolorosa y continua creciendo hay que recurrir a la cirugía mediante la resección del pterigión para eliminarlo.
Como en todas las enfermedades, la prevención es nuestra mejor aliada, por lo que una visita con tu oftalmólogo puede ayudar a detectar a tiempo la carnosidad y evitar que avancen con un tratamiento adecuado.