La blefaritis es una inflamación del borde libre de los párpados que afecta a las pestañas y a la calidad de la lágrima. Es ocasionada por la obstrucción de las glándulas sebáceas que se encuentran en la parte interna de los párpados. Según el aspecto se pueden diferenciar distintos tipos de blefaritis, como por ejemplo:
Hiperémica
Escamosa
Costrosa
Ulcerosa
Sus datos clínicos son:
Hiperemia, observándose enrojecimiento del borde de los párpados producido por una vasodilatación constante y una secreción crónica de las glándulas del borde palpebral.
En la blefaritis escamosa, además de la hiperemia propia de las blefaritis se observan finas escamas secas (como caspa) en la base de las pestañas.
En los casos más avanzados, esta inflamación crónica produce zonas de ulceración con cicatrización y caída de pestañas por destrucción de los folículos pilosos. En este caso se denominaría blefaritis ulcerosa.
Las principales complicaciones que puede presentar la blefaritis son:
Problemas en las pestañas, haciendo que estas se caigan o crezcan de manera anormal.
Problemas en la piel de los párpados, formando cicatrices.
Exceso de lagrimeo o resequedad ocular.
Conjuntivitis recurrente.
Orzuelos o chalaziones.
Lesiones en la córnea debido a la irritación constante de párpados inflamados.
Disminución de la visión, debido al exceso de lagrimeo.
Su diagnóstico se hace por la presencia de las afecciones anteriormente citadas, normalmente presencia de irritación, partículas escamosas o áreas ulceradas a nivel del borde libre de los párpados.
El tratamiento para la blefaritis escamosa consiste en:
Aseos palpebrales 2-3 veces al día con toallitas limpiadoras especiales para párpados. Limpiamos un párpado con una toallita y desechamos para evitar contagios. Posteriormente abrimos una toallita nueva y realizamos la misma acción en el otro párpado. En caso de no contar con estas toallitas se pueden realizar los aseos con champú anticaspa y agua tibia, con la finalidad de eliminar el exceso de grasa (escamas).
Después del aseo se deberá aplicar un antibiótico con esteroide en el borde palpebral cada 8 horas durante 10 días. Este medicamento solo puede usarse bajo control médico de su oftalmólogo.
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